lunes, 30 de abril de 2012

#

Es cierto, que cuando empezamos una relación, hacemos todo lo posible por contentar a la otra persona. Conforme van pasando los días, nos abandonamos poco a poco. No es el mismo esfuerzo. 
Ese esfuerzo nos impulsaba a darlo lo poco que conocíamos a la otra persona. No queríamos hacer nada mal, al fin y al cabo lo que quieres es establecer una larga relación con ella ¿no? 
Es impensable mostrar esos defectos que con tanto esfuerzo nos habíamos encargado de esconder.
El amor es como una planta, y sí, estoy usando la antigua metáfora de los cojones de la planta. Si no se riega, se marchita.
Mi madre dice que a medida que la relación avanza siempre hay uno que da más por el otro. Y es triste.
¿Qué estábamos haciendo al principio? ¿Vender una imagen que no es?
Quizás la otra persona se enamoró de lo que vio en ti al principio. 
De ese príncipe azul con el te había identificado.
Y es triste cuando una persona se enamora de algo que no existe.
Surge ese, voy a estar con esta persona a ver si con suerte vuelve a aparecer la persona de la que me enamoré.
No te vendas, deja claro desde el principio lo que buscas.
Si quieres solo un polvo, seguro que haya muchas personas del otro sexo (o del mismo) que también lo quieran.
Pero no te aproveches de personas que te ofrecieron su corazón pensando que tu eras la mitad que buscaban.
Eso es engañar.
Yo creo que cada uno puede recorrer el camino que le de la gana, mientras no esparzas mal en el camino de otras personas.
No comparto esa idea de, yo solo soy de rollos. 
Creo que el mejor regalo que le pueden hacer a uno es una persona que esté dispuesta a amarle el resto de sus días.
Esa idea lo que hace es cerrar completamente las puertas a lo que quizás sea la chispa que te ayude a llegar a la meta.
Creo que cada persona necesita a alguien que le enseñe a valorarse y a quererse. 
Te sube el autoestima eso de haber enamorado a alguien.
Pero mas te lo sube si has sido capaz de enamorar a alguien siendo tu mismo.

lunes, 16 de abril de 2012

mi cuki♥

Te ama, tu pequeña.
Debería habértelo puesto al final de la carta, como despedida y tal. Pero tenía ganas de decírtelo.
Mi amor, hemos llegado a un punto en el que todas esas inseguridades de si la relación iba a salir bien, si iba a ser una relación distinta a lo que ya habíamos tenido, de la desconfianza de que ese enamoramiento por parte de ambos tan rápido fuese cierto, hace mucho tiempo que todas estas inseguridades se quedaron atrás.
Son diez mesecillos ya, que bueno, para mí es un record. No solo porque sean unos 306 días a tu lado, sino porque en esos  306 días a tu lado no he dudado ni por un momento de lo que sentía. No me he planteado nunca ponerle un final. No he necesitado otra cosa más que tus abrazos y tus besos para ser feliz, es decir, que en cada uno de esos 306 días tú has sido siempre lo primero.
Bueno, en verdad cuando te conocí me planteé si eras una mantis religiosa de esas. Que por sino lo sabes, las mantis religiosas seducen a su presa y luego la matan.
Joder a ver…  pues si cariño te he llamado bicho por toda la cara.  Un bicho muy bonico eh.
Creo que he abusado de la metáfora. En verdad quería decir que al principio me sentía muy insegura, ya que no me valoraba a mí misma. No entendía por qué un chico como tú podías estar con una enana como yo.  Se me pasaron por la cabeza bastantes cosas, y me arriesgué por el simple hecho de que  la vida no siempre te da oportunidades, yo te vi a ti como a una, quizás tú si eras él.
No quería arrepentirme de no haberme arriesgado, no tenía nada que perder. El tiempo cura todo. O al menos reduce el dolor del golpe, aunque no lo cicatriza. Y qué coño, que me molabas.
Sin embargo, ahora gracias a Ti me valoro mucho más, me has subido la autoestima. Y seguramente eso sea porque como ahora tú, eres yo, y tienes un ego más alto que la gran kahli (o como se escriba) inevitablemente algo de autoestima me has pasado y hago un paréntesis (puedes plantearte perfectamente como me has pasado esa autoestima).
No voy a nombrar ciertos puntos que demuestran ya la confianza que tenemos, solo te digo que gracias punto acabo manchada de verde, y que gracias al otro punto, me asfixio.
No significa que yo no te tenga confianza, sino que no soy un porky.
Mantis, porky, si es que eres todo en uno mi amol<3
Me encanta cuando dormimos juntitos, uno de los dos se despierta y abraza al otro. Piel con piel. Me siento completa, protegida, arropada. Feliz, con una adrenalina impresionante.
Te lo he dicho varias veces, eres por lo único que he llorado de felicidad (en el zoo de Madrid casi lloro porque unos delfines me pasearon en barca y eran muy pufosos, pero eso no cuenta xD).
Yo no te pido nada, sino que sigamos hasta ahora.
Corrijo, que corrijamos todas las cosas que hacemos y nos hacen daño. Y nos quedemos con lo bueno.
Que sepas, que el mayor regalo que puedes, bueno, que puede nadie hacerme, es que tu sigas el resto de mi vida contigo.
Dicen que las cartas de amor se empiezan sin saber lo que vas a escribir y se terminan sin saber lo que has dicho, bueno pues aplícalo aquí bapo.
Te amo te amo te kukú te todo mi vida<3

martes, 10 de abril de 2012

I want me in your bed~

Tengo ansias de ti. 
De tu olor, de tu pelo, de tu sonrisa, de mi cuerpo en tu cama, de la piel mojada que se nos queda después de hacer el amor. 
Es ese momento de éxtasis que me encanta; en el que somos un único ser, minutos en los que no hay nada material que nos separe. Nada que nos importe. Nada de lo que dependamos. 
Adoro esa sensación de estar aislada de todo, física y psicológicamente excepto de ti.
Me siento amada, valorada. 
Querría prolongar cada momento hasta altas horas de la madrugada. 
Porque tengo todo lo que necesito. Todo por lo que vivo.
Te tengo a ti.
Si por mi fuera gritaría a los cuatro vientos que te amo.
Aunque creo que la ignorancia de las personas es demasiado como para poder comprender todo lo que esas dos palabras significan en verdad.